sábado, diciembre 24, 2005

pick up the change....................

Hay tradiciones que aunque pasen 100 años siguen igual, para mi la más arraigada y popular de todas es la del sorteo de la lotería del 22 de Diciembre, el de Navidad.
¿Quien no ha jugado alguna vez en este sorteo? , año tras año decimos lo mismo, que el año que viene solo compraremos un décimo, que es la que menos toca, etc.
Pero todos los años picamos, es evidente que la avaricia o el efecto del espiritu navideño nos ablanda.
Es curioso como se va desarrollando el guión todos los años, el primer contacto con esta tradición se produce uno de esos días que pasas por delante de una administración de loteria, allá por el mes de septiembre y ya ves el cartelito que dice "ya tenemos lotería de Navidad", con lo cual a la depresión posvacacional le añades la cercana entrada del invierno, más el recuerdo del sorteo anterior que como siempre no te tocó nada, luego alrededor de Diciembre empiezas a ver al calvo del anuncio de la tele con sus bolas (me refiero a las que sopla de la mano, las otras de momento no se le han visto) y te das cuenta que el tiempo pasa para todo el mundo menos para él, sigue igual que el primer año que hizo el anuncio, o los hizo todos ese año y ahora los están pasando o es cliente asiduo de Corporación Dermoestética (yo lo de dermoestética siempre pensé que era por las tetas... Dermo-es-tética para pasar a Dermo-es tetazas), creo que me estoy desviando del tema.
Luego aparecen por la empresa los compañeros y ex compañeros que vienen con sus participaciones, siempre se compra, con la cosa de "anda que si toca y yo no llevo" pues que remedio, lo que pasa que al final te dejas una pasta. La parte importante es el número que jugamos todos el clásico de siempre, ese es casi obligatorio, "¿anda que si toca y no llevas?" y luego el de la empresa en general, ese que dicen "yo llevo 20 años en la empresa y ni un reintegro" .
Una vez ya tienes el cargamento de décimos y participaciones, vienen los intercambios (esto parece Erasmus) luego terminas y te das cuenta que solo llevas medio décimo para tí, con lo cual vas corriendo a por algo más (por si toca).
La mejor parte es cuando llega el día del sorteo, la televisiones, las radios, los niños de San Ildefonso, a estos si que les hacen mantener la tradición, llevan los mismos uniformes y peinados de toda la vida, lo que ocurre que hay que cambiar el nombre al colegio, debería se los niños de la ONU. El cántico de los numeritos y los premios, las entrevistas absurdas, la gente que va a presenciar in situ el sorteo en el salón de Loterías del Estado, luego los reportajes de las localidades y administraciones donde han sido afortunados, con la gente que cava en mano no para de gritar y saltar de alegría, algunos les hace más ilusión salir en la tele que el propio premio.
Y al final los de la salud, que somos los más.
A mi la parte que más me divierte es esa de la clásica entrevista:

Venga usted para acá caballero (normalmente eligen al más original del lugar)
Digame
¿Cuanto le ha tocado a usted?
Pues me han tocado 5000 euros
Enhorabuena, ¿y que va a hacer usted con tanto dinero?
Pues miré usté, nos ha tocao entre 4, asi que tapar unos agujeros

Es evidente que en estas fechas muchos se sienten Gallardón por un día, unos los hacen otros los tapan...........................