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Lamentablemente la sabiduria popular siempre tiene razón, cuando la ciudadanía se refugia en la frase "todos los políticos son iguales", muestra su desencanto, puede que en muchos casos incluso sea una declaración de intenciones de cara a su abstención en las urnas por volver a sentirse decepcionados por la actitud de quienes merecieron la confianza de sus votos.
Es triste llegar a la conclusión que al final estamos gobernados por los mismos perros con distintos collares, algo tiene el poder que termina por adueñarse de los ideales y transforma las personalidades de quien a él se acerca.
Al igual que la mujer del Cesar, los políticos además de ser honrados deben parecerlo, el nuevo incidente posvacacional de nuestro entrañable presidente Zapatero, utilizando un avión oficial para asistir a un concierto en el que actuaba su mujer en la ciudad alemana de Berlín es del todo inaceptable.
No hay excusas para justificar semejante abuso, el portavoz de Moncloa ha dado tres versiones distintas intentando justificar lo injustificable, primero que era un viaje privado, al ser pillados in fraganti el viaje privado se convierte en oficial, para posteriormente agarrarse a que lo dice el protocolo, solo ha faltado decir que ha sido "porque le salia de los.........impuestos".
Parece ser que no es la primera vez que ocurre algo parecido, nuestro "recto" presidente ya utilizó un avión oficial para irse un fin de semana a Londres con la familia el pasado més de julio.
Puede que tengamos los dirigentes que nos merecemos, aunque yo particularmente creo merecerme algo mejor, en estos casos lamento no ser sueco o islandés, Olof Palme fué asesinado mientras hacía cola para sacar entradas para el cine como cualquier otro ciudadano de Estocolmo, y Olafur Ragnar Grimson atendió al enviado de El País en su casa, siendo su propia hija la que abrió la puerta de la misma, llamando a su padre de la misma forma que lo haría cualquier ciudadano de Reykjavik, sin tantas Zarzuelas, Moncloas etc.
Nuestros "parásitos" deberían tomar nota, nuestros jueces actuar contra estos abusos y desmanes, y los ciudadanos castigar a quien no cumpla con sus designios.
Asi que señor ZP, ni protocolo, ni oficialidad, AUSTERIDAD, EJEMPLO Y sobre todo HONESTIDAD, que ya somos europeos, aunque nuestros dirigentes se empeñen en demostrar lo contrario.