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La tecnología y sus duendes a veces juegan malas pasadas a los que viven de sus bonanzas, pero hay veces que el objetivo indiscreto de una cámara o el sonido delatador de un micrófono, dejan en evidencia a los protagonistas de la vida pública.
Una locutora de la CNN nos contó desde el baño algunos "cotilleos" familiares al mismo tiempo que la cadena (de televisión no del W.C.) retransmitia un disurso del presidente Bush.
Al tiempo que Bush prometía desde Nueva Orleans una mejor respuesta ante los desastres en el futuro, es evidente que espera algún desastre más, aunque ninguno como su reelección, la locutora le espetaba por el móvil a alguna amiga, que los hombres son unos cerdos, me imagino que Bush incluido, menos su marido que es guapo, cariñoso, compasivo y estupendo, y que su cuñada una controladora.
Kyra Phillips, que así se llama la presentadora, fue avisada por una compañera, advirtiendola que estaba en el aire mezclandose con el discurso del presidente, al cual no se le entendia por la confusión, algo habitual por otra parte, ruidos de grifos, chorritos, cisternas y me imagino que alguna posible ventosidad, se pudieron colar por las ondas, es evidente que en ese momento la vena Pink Sauce (salsa rosa) de los telespectadores norteamericanos predominó sobre las "premoniciones" de Bush.
La CNN ha pedido disculpas por el fallo a la Casa Blanca entonando el "mea" culpa, muy apropiada esta disculpa teniendo en cuenta el lugar desde el cual Kyra Phillips nos puso a los hombres y a su cuñada a parir.