jueves, marzo 01, 2007

the healer...........

En el mundo de la televisión está todo inventado, es muy difícil sacar ideas y programas que cautiven, el plagio entre cadenas, incluso de distintos países está a la orden del día, las productoras de programas se dedican a moverlos de un país a otro, como se mueve el armamento en los conflictos bélicos.
Es de sobra sabido que alguien da con una formula original, no tiene que ir ligada a la calidad, rentable y con audiencia, y a las pocas semanas tenemos al resto de programadores mediocres de las otras cadenas, poniendo en antena una mala copia del bodrio.
Hemos vivido a lo largo de los años, más bien padecido, programaciones cutres, casposas, zafias, ridículas, horteras, tercermundistas, escatológicas, morbosas, violentas etc
Hemos sufrido la época de los culebrones hispanoamericanos, aquellos del plató de cartón piedra, el vocabulario rebuscado, cursi y tercermundista.

Vinieron luego los concursos, ruletas, cajas, y demás enseres, todos ellos alejados de la cultura general y más cercanos al cuponazo o la tómbola tradicional. Llegaron las lluvias de estrellas y estrellados, las operaciones triunfo y batacazo, mira quien baila, quien patina y posiblemente hasta quien trinca.
Luego importamos al gran hermano, el gran chulo y la gran furcia, llegaron las islas de los famosos y la de los pringaos, tuvimos la granja de los famosos, muy apropiado en vista de los animales que la ocupaban.
Vinieron para instalarse los programas de cotilleos, desprestigios, descalificaciones y remueve tumbas, el tomate y otros sabores.
Ahora nos encontramos en la era de la sanidad, tenemos urgencias, anatomías y a la estrella rutilante del momento el mejor doctor de la historia de la humanidad, el doctor House, una eminencia, un tipo con sorna, una cojera que degenera en la clásica mala leche de este tipo de personas.
Es evidente que si me pongo enfermo querré que me atienda el doctor House, en mi caso el doctor Casa, cosas de la Seguridad Social, además quiero ir a un hospital como el suyo, sin listas de espera, con personal sanitario “mollar” y con los equipos más modernos a este lado del Atlántico, quiero tener unos médicos que se pasan el día en la consulta, que sepan coser o freir un huevo, como House y su troupe, igual te operan del corazón, de fimosis o te liposuccionan.

Viendo este tipo de series, dan ganas de ponerse enfermo, solo que en la realidad, en nuestro país, nos atizan con la garrota, y entonces veríamos quien es el guapo que nos cose los puntos, puestos a pedir que me los cosa Giorgio Armani, de ilusión tambien se vive....