miércoles, septiembre 28, 2005

the bitch is back................

Ultimamente a la Generalitat de Cataluña le ha dado por los temas sexuales, despues del caso del "preso violador y su viagra" nos sorprenden ahora con que quieren erradicar o limitar la prostitución de la calle.
Tienen entre otros planes, crear un censo de prostitutas, limitar el ejercicio de la prostitución a centros cerrados, aislados y homologados, ¿que hay que homolgar? ¿las herramientas de trabajo?
Tambien quieren someter a las empresas del sexo a controles fiscales y laborales. Va a ser curioso esto, me imagino yo a la prostituta de turno preguntandole al cliente ¿con IVA o sin IVA?
Para sacar a las meretrices de las calles el Gobierno catalán aprovechará las competencias que tiene transferidas en materia de tráfico, ya sabemos que en esto del sexo de lo que se trara es de correr.
Los estudios jurídicos elaborados por los técnicos de Interior apuntan a que es posible perseguir, sancionar y detener a las prostitutas que están a pie (no dice nada de estar tumbadas) de calle o de carretera y también a los clientes que se detengan, (ya sabemos que en este negocio el tiempo es oro), a-pelando (sin duda) a razones de seguridad vial. Ya veo yo a las mentes pensantes de este país viendo nuevamente un negocio en todo esto, a las pobres prostitutas, una vez legalizadas, les van a colocar los excedentes de los chalecos reflectantes, tendrán que llevarlo cuando estén de servicio, y deberá estar homologado logicamente, faltaría más.
Según Interior, la presencia de estas mujeres y de los coches aparcados a menudo suponen un riesgo objetivo en la carretera, no sólo para el resto de vehículos, sino para ellos mismos, pero vamos a ver señores de Interior ¿para que están los preservativos? más que para evitar riesgos.
La Generalitat quiere reducir los ámbitos de la prostitución a centros cerrados, sometidos a controles laborales, (¿jornada de 35 horas semanales? ¿tendrán que fichar?) que reúnan toda una serie de medidas preventivas en materia de higiene y seguridad, y que en ningún caso se puedan ubicar en las proximidades de una comunidad de vecinos.
La Generalitat pretende crear un censo de prostitutas al que deberán apuntarse "en libertad y sin ser coaccionadas por nadie". Una vez registradas, las mujeres estarán legalmente facultadas para el ejercicio de la prostitución en los centros homologados. ¿como se hará la homologación? me gustaría verlo.
Este censo permitirá a las meretrices beneficiarse de los derechos laborales, salariales pero también las convertirá en sujeto de obligaciones tributarias, como cualquier trabajadora. ¿Hacienda tendrá que pagar también? ya sabemos como jode......
Según los datos del INE en 2003 se estima que 606.600 varones de 18 a 49 años usaron en España servicios de prostitución, lo que permite calcular que este negocio mueve en nuestro país alrededor de 1.800 millones de euros anuales. Si no he hecho mal los calculos cada servicio sale a unos 2.900 euros, un poco caro me parece a mi, aunque ya sabemos como sube todo,y en este tema más aún, pero si como dice el estudio, la media por servicio es de 60 eur, o en este país hay mucho Rocco Sigfredi o se han pasado con lo del redondeo.
Un estudio estima el número de prostitutas en España entre 45.000 y 300.000, una horquilla parecida a la de Alemania, pese a contar con la mitad de habitantes.
Ya sabemos que en este país puestos a joder somos únicos...........Que se lo pregunten a Gallardón!!!!

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

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2:15 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

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2:20 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una de mis hermanas, seis años mayor que yo, estudió Filosofía y Letras en la primera mitad del decenio de los sesenta. Yo conseguía hacerme con sus libros, sobre todo en las vacaciones de verano, y los devoraba. Sufrí fuertes indigestiones (El filósofo autodidacto de Abentofail), cólicos crueles (La rebeldía, fenómeno de la adolescencia), lagunas de entendimiento, es decir, libros que sólo entendí muchos años después (Una vida, de Guy de Maupassant, no sé si uno o los dos Trópicos de Miller) y graves sacudidas (Una esclavitud de nuestro tiempo, de Maxence van der Meersch). Este libro me lo pilló un fraile en el colegio y se lo dio a mi padre, horrorizado. Me costó acusaciones de perversión y pornoadicción precoz (tendría entre doce y catorce años). Bien, Maxence (quizás las obras más conocidas de este escritor francés, que alcanzó gran notoriedad a mediados del siglo XX y que hoy está casi olvidado por completo, fueron Cuerpos y almas, reeditada el año pasado en los novelones de la SER, y Cuando enmudecen las sirenas) fue un escritor católico, con un enorme sentido social, fustigador durísimo de una sociedad a la que despreciaba, de la que se apartó y con la que no quiso vivir (como mínimo, se dejó morir, o quizás más). Una esclavitud de nuestro tiempo es un alegato contra la prostitución. En aquel entonces fue para mí una conmoción, era algo de lo que no tenía ni idea, ni de su existencia ni del por qué ni del para qué, y el tema sigue atrayéndome, y me produce angustia, y me hace daño. He leído acerca de propuestas de todo tipo, se puede reprimir, prohibir, encauzar, dominar, regular, sacar de la calle y sacar a la calle, legalizar e incluso mirar hacia otro lado. Y en cuarenta y cinco años no he conseguido dejarme convencer por ninguna de las supuestas soluciones que en el mundo se han propuesto. Es meridianamente claro que para casi todas las prostitutas se trata de una esclavitud, que genera inmensos flujos monetarios de los que ellas apenas si se benefician, pero también existen millonarias que han conseguido imponer sus normas. Y, por desgracia, he oído que el proyecto de la Generalitat coincide sospechosamente con las propuestas de una especie de patronal del sector que si no legalizado todavía sí parece consentido. Yo reconozco mi incapacidad absoluta para encontrar soluciones, solamente mer atrevo a proponer ¿por qué no les preguntamos a ellas?, ¿por qué ningún Parlamento las convoca?, ¿o acaso no es lo habitual en cada proyecto legislativo contar con los expertos?, ¿por qué si son ellas las agredidas no dejamos que elaboren su defensa? Y, por favor, fuera hipocresía, la pobreza genera las pateras, no el afán viajero de los inmigrantes, y las mafias se aprovechan y le dan otra vuelta de tuerca a la miseria para que los que sobrevivan lleguen en plan trabajador abnegado, suaves y dulces, no reivindicativos, y la pobreza hace que las mismas mafias trafiquen, y traigan mujeres y las hagan putas, a alguna tal vez obrera, o que recoja fresa a cambio de jornal barato, que es para ella, pero si jode y cobra caro no es para ella, es de ellos, y ellos... ¿seguro que no son los mismos?

11:49 p. m.  
Blogger Thalasos said...

Un colega del trabajo hizo los números de la prostitución, al igual que tu y ocurría que, a precio medio y considerando otras variables cada varón, incluido los no heteros y los menores de edad, íbamos de prostíbulo varias veces a la semana. Estos calculan a ojo. Igual que en las manifestaciones, donde puede haber 100, 1000 o muchos más.
Supongo que la prostitución es una opción para muchas personas. Pero estoy contigo, que no lo puede ser para tanta gente. Y que pese a saberlo, dejan que la mafia actúe.
La poli y los jueces prefieren saber qué hacen y dónde lo hacen que impedir el delito. ¿De qué vivirían ellos después?
Muy buen artículo.
Por cierto, si tienes problemas con los comentarios puedes activar el control por palabras, así no te entran "anónimos".
Un saludo.

11:52 a. m.  

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