martes, enero 17, 2006

crime of the century..............

Mi amigo “Chuache” el gobernador del estado de California continua haciendo de las suyas fuera de la gran pantalla, si en el mundo del celuloide se dedicaba a repartir mamporros, disparar a diestro y siniestro y cepillarse a todo bicho viviente que se le ponía por delante, ahora que se ha metido en política sigue haciendo gala de sus dotes de persona dura, fría y sin sentimientos, todo un Terminator.
Arnold Swarzenegger nunca pensó que interpretaría en su vida política a uno de sus peores personajes en el cine “El Ejecutor”. El gobernador anabolizado (nada que ver con el ano) sigue demostrando firmeza y no se apiada de ninguno de los condenados a muerte en su estado.
Las bromas del destino hacen que este tipo de episodios del denominado corredor de la muerte se den en lugares con nombres de santos, la ejecución tuvo lugar en la ciudad de San Francisco, en el penal de San Quintín, todo muy religioso, la Santa Inquisición llevada a Hollywood.
La ejecución de Clarence Ray Allen un preso de 76 años, ciego, sordo, diabético y en silla de ruedas ha sido calificada por el Consejo de Europa como “grotesca”
Lo único que no ha dicho nadie es que el amigo “Chuache” ha vulnerado la ley, lo suyo no ha sido una ejecución, lo de Allen puede considerarse una eutanasia en toda regla, así que es posible que el mismísimo Arnold Swarzenegger pruebe su propia medicina si deciden procesarle y recluirle en San Quintín a la espera de si le condenan a muerte también.Si Ramón Sampedro le hubiera conocido en lugar de Mar Adentro habríamos ganado el Oscar por Terminator IV.